Todos los días, cuando la mañana llegaba con su dulce cacasbeleo y despertaba a la niña; ella se vestía presurosa y se iba al viejo desván de la abuela..Y a pesar de que eran sus vacaciones de verano y el sol resplandecía tras los visillos de las ventanas, ella prefería ir a ese solitario escondrijo en lugar de disfrutar de la playa con sus amigos..Alli ella había encontrado un tesoro incalculable...Y aúnque la primera vez que entró, le pareció un lugar sucio y desordenado, poco a poco y conforme fueron pasando los días, empezó a verlo más brillante y resplandeciente..Los libros aún continuaban arrumados de cualquier forma en los estantes y el único sillón seguía teniendo su viejo y desgastado tapiz, pero ahora un brillo mágico había empezado a iluminar cada rincón de aquella desolada habitación.. ..Y así la niña, empezó a pasar largas horas alli, viajando por el Missisipi con Tom Sawyer o internándose en los parajes gélidos de Jack London; pero su libro favorito era el más viejo de todos, con sus páginas amarillentas y manchadas, fue el último que quiso leer..Pero una vez que empezó a hacerlo ya no pudo dejarlo ..Ese maravilloso teatro y su fantasma la subyugaron desde el primer momento..Y cada noche soñaba con ese hombre desfigurado escondiéndose en los rincones más recónditos de ese enorme y lujoso edificio; recorriéndo sus largos y secretoss pasillos, apareciéndose por doquier como amo y señor del lugar, y poniéndo de vuelta y media a todo el mundo; directores, músicos, actores, cantantes y demás participantes de aquel carrusel de ilusiones..Y hasta en algunas galas fué la atracción de la 'soirée" y objeto de consternación...
Fué así como la niña primero sintió desagrado por el fantasma y sus atrevimientos, pero luego su fastidio se transformó en lástima y comprensión y ahora estaba segura que una dulce ternura la invadía cada vez que lo evocaba..Por eso no le llamó la atención verlo con su antifaz blanco y sus manos enguantadas parado en el umbral del desván... Ni le asustó que la tomara de la mano y abriera una puerta casi escondida entre los libreros.. Sintió la presión de sus manos fuertes y se dejó llevar.. Descendieron uno a uno los peldaños que los llevaban casi al centro mismo de la tierra, y cuanto más bajaban más claramente venía a ellos una música única y maravillosa, que la hacía casi flotar en el aire y olvidar el desván, los libros, el verano, los amigos, y todo cuanto dejaba atrás. ..
Más allá, desde lo alto de los escalones, le llegó la voz lejana de la abuela llamándola, pero la hermosisima melodía, salida de sabe dios que cielo o infierno ya la había hechizado, y sin pensar ya en nada más seguió el suave y cadencioso sonido de la música, a la par que sentía la misteriosa y embrujadora presencia del fantasma junto a ella...
5 comentarios:
Me ha encantado, Denise. Gracias.
Besos.
Pajita! me encanto... y donde esta la fantasmita?
Un beso
Michelle
muy buena historia. es difícil hacerla con tan pocas líneas.
mi blog es relatosdormidos.blogspot.com
si quieres intercambiamos links.
mi casilla: blogdehistorias@hotmail.com
saludos
ESTO LE GUSTA NAHUEL TEVES XQ MI HIJO VIVE CON LA COMPU
me a gusta porque al final me as dejado con duda
:D
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