Margaritas Blancas

Cuando la niña entró otra vez en la habitación encontró todo de nuevo en su lugar...Sólo algunos objetos parecían fuera de su sitio o no estaban...Quizás el frasco de colonia, con que cada mañana su mamá le rociaba el pelo antes de ir a la escuela, o el pequeño jarroncito de margaritas blancas que siempre alegraba su vieja comodita...Largo rato se quedó mirando todo aquello, que hasta ahora, había representado su mundo, aquel rinconcito donde se sentía segura y protejida...Mecánicamente se sentó en el borde de la cama y apretó entre sus brazos a su pequeña muñeca de bucles de lana azul y una lágrima rebelde rodó por su mejilla...Le había prometido a su mamá no llorar, pero aquel vendaval se había llevado sus mejores sueños...Cuando despertó un aire helado y un olor a humedad la sobrecogió....Mamá, mamá llamó casi sollozando, pero sólo recibió por respuesta el eco de su propia voz...Entonces salió al pasillo y en el piso vio su florerito tirado por el piso hecho trizas y las margarita desparramadas por todos lados flotando en el líquido amarilloso del agua de colonia....Al pie de la escalera divisó la abundante cabellera castaña de su papá...Silenciosa bajó uno a uno los escalones, mirando los graciosos cuadritos de la pared...-Vamos...Vamos mi niña..Ya no hay nada que hacer por acá- le dijo el hombre y ella metió su manita helada entre los dedos fuertes y cálidos que se le ofrecían.. Cabizbajos caminaron hasta la puerta y antes de salir volteó y miró por última vez el vestíbulo...Al centro, en medio de la nada, vio flotar la figura hermosa y etérea de su madre haciéndole adiós.... La noche lluviosa los recibió en sus brazos...

 ilustración:pintura de denise makedonski