Esa mañana como todos los días, Marianita se escapó de la vigilancia de su tía y se fue a pasear por la playa, que a esa hora lucia despejada de gente y alboroto... Entonces podía jugar a sus anchas sin que nadie la molestara...Así imaginó mil juegos; durante un rato fue la sobreviviente de un naufragio, para luego ser la princesa de un reino lejano y terminar como la villana de una película del oeste...Finalmente, cansada de tanto cambiar de personajes y correr por la playa, decidió volver a casa..Cuando ya se iba, sintió que alguien lloraba, entonces intrigada empezó a buscar por todas partes, hasta que debajo del embarcadero encontró a una niñita que lloraba desconsoladamente..¿Qué te pasa amiga?. ¿Por qué lloras así?..La niña la miró desconfiada, pero al fin le contó que se había quedado dormida a la orilla del mar y este la había arrastrado hasta allí..También le confió que no podía volver hasta la noche y que debía pasar el día allí, sola y a la vista de todos..Bueno si quieres te llevo a mi casa hasta que puedas regresar. Le contestó Marianita...No ves que no puedo caminar, le dijo la niña señalando su cola de pescado..Pero eso no es problema... Espérame que ya vuelvo....Unos minutos después Marianita se apareció con un viejo cochecito y la ayudó a subirse en él. Luego tapó su hermosa cola de escamas rojizas con una colchita y poniéndole un sombrero y unas gafas, la llevó hasta su casa..Entraron por la puerta del jardín y de frente llegaron a una parte de la casa casi abandonada, que otrora había sido un pabellón para visitas y la instaló en la tina de uno de los baños .Acá nadie te molestará y en la noche te acompañaré a la playa... ¿Qué te parece?..La sirenita le agradeció emocionada y las dos quedaron en verse al atardecer..Pero las horas pasaron lentamente y la sirenita empezó a sentirse triste...Fue entonces que el sonido de una puerta la hizo reaccionar y vio que alguien entraba al baño..Trató de esconderse detrás de la cortina de baño, pero la anciana la descubrió y le dijo que no se preocupara que no le diría a nadie que estaba allí..Y total a quien voy a decirle, si ya nadie se acuerda que aún estoy viva..Terminó de decirle la viejita...Luego le contó que hacía varios años que ocupaba una habitación en ese lado de la casa, desde que hicieron unas remodelaciones y por mientras me pusieron acá..Cuando terminaron los trabajos se olvidaron de mí y ahora solo el cocinero me trae dos veces al día mis alimentos y me los deja en la mesita del corredor..Pero ya nadie me visita..Terminó de decir con voz ahogada la viejecita..La sirenita se olvidó por un momento de su tristeza y trató de alegrar a la anciana con entretenidas historias de sirenas, tritones y de su amado mundo submarino. ..Esa noche Marianita estuvo muy ocupada con los ajetreos de su tía por la boda de su prima y se acostó cansadísima, sin acordarse para nada de su amiga la sirenita..A media noche sintió lejano el canto de una sirena confundiéndose con el rumor del mar... A la mañana siguiente volvió a recordar a su amiga y corrió, casi voló a verla, pero cuando llegó no la encontró..Entonces fue al cuarto de la abuelita para preguntarle si había visto a la sirenita pero tampoco la encontró.Entonces corrió a la playa y debajo del embarcadero encontró su viejo cochecito y el chal de la abuelita...
Unos días después el cocinero vino asustado donde la tía para decirle que la abuelita había desaparecido..Entonces la buscaron por todas partes, pero al no encontrarla concluyeron que de tanta vejez se había vuelto polvo; así que le hicieron un funeral simbólico para que descansara en paz y siguieron todos con su vida...Pero en las noches cálidas, cuando Marianita escuchaba el canto de las sirenas confundido con las olas del mar, sabía que la abuelita estaba feliz en su nuevo hogar; el mundo submarino..
ilustración: fotografía de mi autoría
http://fotografiasdenisem.blogspot.com/
Unos días después el cocinero vino asustado donde la tía para decirle que la abuelita había desaparecido..Entonces la buscaron por todas partes, pero al no encontrarla concluyeron que de tanta vejez se había vuelto polvo; así que le hicieron un funeral simbólico para que descansara en paz y siguieron todos con su vida...Pero en las noches cálidas, cuando Marianita escuchaba el canto de las sirenas confundido con las olas del mar, sabía que la abuelita estaba feliz en su nuevo hogar; el mundo submarino..
ilustración: fotografía de mi autoría
http://fotografiasdenisem.blogspot.com/
7 comentarios:
Reinita, q penita la abuelita,al menos se fue feliz :D,
Esta muy bueno!!! sigue encantando al mundo :D
Besos
Michi
un excelente cuento navideño con un final inesperado.felicidades. tu amiga margarita
feliz navidad amiga.hermoso cuento.felicidades.Nikita
excelente historia.te atrapa.chau maurico
Bn chevere
muy bonita historia para contar a nuestros hijos...felicitaciones
Que bien por la abuelita, no hay q olvidarnos de nuestros ancianitos hay q darles amor y atencion...
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